Gorros de Navidad y Gorros de Papa Noel
Gorro Navidad y Gorro Papa Noel
Hacía mucho frio, diría yo que nos encontrábamos en la noche más fría de aquel año, era concretamente el 24 de Diciembre por la noche, sobre las 22:30 y nos dirigíamos a casa para dormir después de una jornada llena de risas y villancicos en casa de los abuelos. Estuvimos cantando y bailando un buen rato, tocando la pandereta, la zambomba y todos llevábamos puestos los típicos gorros navideños de diferentes colores.
Estábamos a escasos metros de casa, acortando camino por un parque cercano donde solemos pasear de día, cuando de repente, vimos moverse un arbusto y un ruido extraño acompañado de unos destellos luminosos muy originales. Escuchábamos una respiración un tanto nerviosa y constante, y a medida que nos íbamos acercando parecía contenerse y se dejaba de mover.
Cuando de repente, mi hijo pequeño de 4 años, me suelta la mano y se va corriendo perdiendo incluso el gorro navideño hacia el arbusto gritando…. ¡he visto un duende papá he visto un duende!
Los gorros de navidad nunca pasan de moda
Sorprendido, decidí cogerlo al vuelo, ya que normalmente no se suele escapar, pero en el momento de ir hacia él, observe una forma muy característica que se asomaba entre las hojas.
Por unos segundos, me quede bloqueado y pensativo, porque a estas horas, el lugar, y el día, no era normal que un niño estuviera escondido en un parque aparentemente solo.
Una vez tenia a mi hijo agarrado de la mano nuevamente, nos fuimos acercando pero cada vez más despacio, eso sí, el seguía ilusionado y gritando como si nada, cuando de repente, fijándome más en lo que estaba pasando, vi con mis propios ojos una criatura que solo la había visto en cuentos y en dibujos cuando era pequeño. ¡Se trataba de un duende de verdad!
Lo pude reconocer porque llevaba un gorro de navidad con luces de color rojo que se movía cuando intentaba esconderse de nosotros. Además, iba vestido de una manera muy peculiar con unas babuchas terminadas en punta y una mochila cruzada por encima de los hombros llena de paquetes.
Al estar prácticamente al lado suyo, no pudo seguir escondiéndose y salió muy despacio del arbusto quitándose el gorrodenavidad, poniéndose delante de nosotros con una mirada triste. Al parecer, nos quería decir algo, pero no sabía por dónde empezar.
Por lo que pudimos deducir entre mi mujer y yo, se había entretenido más de la cuenta dejando regalos por las casas de la zona y se habían ido sin él, y lo único que se le ocurrió al pobre es esconderse y accionar las luces de su gorro navideño. Resulta, que esta técnica la utilizan para avisar de que ya están de las entregas y es una manera de señalizar donde están para que el trineo con los renos los pasen a buscar.
Lo único que se nos ocurrió en ese momento de sorpresa y asombro, es sacarlo del arbusto arropado entre nosotros camuflándolo entre nosotros de la mejor manera posible.
Nos fuimos a una zona más despejada con el miedo de que las demás personas lo vieran. Pero de altura era muy parecido a nuestro hijo, por lo que entre el tamaño y que los dos llevaban un gorro de navidad, pasaría desapercibido por el resto de personas del parque.
Las luces del gorro papa noel son magníficas
Una vez nos encontramos en el medio del parque, le hicimos entender que debía encender las luces de su gorro navideño para que lo pudieran ver.
A los dos minutos de estar encendido, empezamos a escuchar un sonido de cascabeles que provenía del cielo. Cada vez lo escuchábamos más cerca, y el gorro de navidad del duende cada vez parpadeaba más rápido, pero no veíamos nada, cuando de repente nos vimos sorprendidos por una sensación de mucho frio pero a la vez de calor, no sé cómo explicarlo, teníamos una sensación de felicidad exactamente igual que cuando éramos pequeños por esas mismas fechas, cuando de repente el duende desapareció al igual que el sonido de los cascabeles, quedándonos mi mujer, mi hijo y yo, los tres cogidos de la mano y sin poder mediar palabra después de haber vivido esa experiencia.
Sin hablar mucho del tema de camino a casa, ya que no le podíamos dar una explicación lógica, a nuestro hijo le empezó a entrar sueño y lo tuve que coger en brazos hasta llegar a casa.
A la mañana siguiente, fuimos a despertarlo para que viera los regalos que le había dejado Papá Noel, y cual fue nuestra sorpresa, que junto a los patines y la pelota, estaba el tan curioso y original gorro de navidad que llevaba el duende.
Decidimos cogerlo y ponérselo a nuestro hijo para que abriera los regalos con el puesto, y justamente en el momento de ponérselo, aparecieron unas letras de hilo dorado en el ribete del gorro navideño que decía…. ¡Gracias!